Conversa con nosotros

Las cámaras; un factor determinante en el juego

Publicado el : 26/08/2017 19:21:14
Categorías : ADIF Blog , Mode

Si uno se pone a ver videos, si uno se anima a visitar los años 70’, del Brasil de Pele, esa Holanda de Johan Cruyff contra la selección Alemana de Beckenbauer, ese Napoles de Maradona y Careca contra el Milan de Gullit y Van Vasten de los 80’, nos metemos en una visión del deporte que se concentraba más en lo que pasaba adentro de la cancha que en lo que bordea al espectáculo.  

No pretendemos establecer la pregunta de qué fútbol es mejor, pero si haremos el intento por identificar diferencias que nos puedan  levantar interrogantes sobre el sentido bajo el cual se enmarca el fútbol actual tan ligado a la publicidad, a los medios de comunicación y al marketing.

El ritmo de juego en esos tiempo, incluso en los 90’, era otro, quizás el entrenamiento físico aún no se pensaba desde un punto de vista científico y tan disciplinado como en nuestros días, sin embargo, parecía ser que los jugadores disfrutaban más de lo que hacían. Hoy por hoy, los medios de comunicación y la presión de los clubes, obligan a los jugadores a trabajar su mentalidad, su aspecto psicológico y sus hábitos de un modo riguroso, en algunos casos, con severa disciplina.

Sabemos que en otros tiempos existía el permiso para que los jugadores se tomaran una cerveza en el entre tiempo, o de que se fumaran un cigarro, si así lo necesitaban, sin mencionar la libertad que tenían las estrellas de los años 70’ y 80’ en sus vidas fuera del deporte. Tomamos el caso de George Best, por dar un ejemplo, que tal como su apellido lo indica, era el mejor de su tiempo. Esta estrella del Manchester United, tenía una vida digna de un rock star; bohemio, mujeriego y alcohólico. Así también lo era el caso de Garrincha y Maradona, jugadores que a pesar de sus caóticas vidas, más allá de los reclamos morales que se les pueda hacer, nos entregaron imágenes por las cuales vale la pena disfrutar de este deporte, imágenes que sirven de inspiración para los jugadores de hoy y que hacen que esos nombres trasciendan otras épocas.

La verdad es que el espectador, no disfruta tanto de saber estadísticas ni de estar al tanto de la actualidad de las ligas ni de los records que las estrellas de hoy inscriben de un modo tan abismante en comparación con el fútbol de antaño, sino que, cuando uno ve fútbol, más allá de ser hincha y de seguir un club, uno busca ver jugadas que salgan de lo habitual, regates, caños, jugadas colectivas que descoloquen al equipo rival, acrobacias, goles de precisión quirúrgica, o sea, queremos ver que suceda lo impensado, lo sorpresivo, lo diferente. 

Hoy el nivel de competencia es altísimo, así también, la cantidad de personas que trabajan en el rubro es casi de un 1000% más que en los años 80. La globalización ha hecho de este deporte una disciplina en evolución, pero si bien, hoy los jugadores tienen mayores capacidades físicas y la táctica de juego ha alcanzado un nivel altísimo de desarrollo, a su vez, el financiamiento para que existan grandes espectáculos, es cada vez mayor, cuestión que transforma a los jugadores en vitrina mundial, un fenómeno al cual no todos los jugadores están preparados para exponerse.

Las cámaras son un factor determinante hoy por hoy en lo que sucede en la cancha. Los jugadores de alto nivel, saben que tienen que rendir de acuerdo a lo que los espectadores esperan, sin mencionar las rigurosas exigencias que tienen algunos jugadores por contrato con sus clubes, ya que de alguna manera tienen que justificarse los millones de millones de dólares que se invierten en ellos. El caso de Messi y Ronaldinho, atestiguan de cierto modo este fenómeno; vimos que Ronaldinho en el mundial del 2006 generó una expectativa que después en el campo no pudo cumplir, lo mismo sucede ahora con Messi y la selección Argentina. Cristiano Ronaldo no queda exento a esta lista, ya hemos visto que el fenómeno mediático que gira en torno suyo, no da abasto, ni con todas sus capacidades al momento de enfrentarse a instancias decisivas. En síntesis, vemos que la presión de cumplir con ciertas expectativas, exceden la realidad de lo que grandes estrellas pueden dar, ya que se idealizan, se ven gigantes en las pancartas publicitarias, tan grandes que después no caben en la cancha.

¿Qué cosa podríamos traer de vuelta de ese fútbol, que en nuestra actualidad le haga falta al deporte? Quizás ese goce de jugar solo por disfrutar, a estas alturas, con todo el dinero y el fanatismo que hay en juego, parece una idea inocente, sin embargo, aun nacen jugadores que no pretenden otra cosa más que divertirse en la cancha, algo que los brasileros, a lo largo de la historia no han perdido.

 

 

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